En las aulas de primaria, las matemáticas no siempre son la asignatura favorita de los alumnos, sin embargo, la integración de herramientas como Micro:bit y el lenguaje de programación por bloques MakeCode puede revolucionar el aprendizaje del cálculo mental, convirtiéndose en un desafío motivador y divertido para el alumnado de ciclo medio.
¿Y si las matemáticas fueran más divertidas? Las placas de Micro:bit
Ese fue el reto que nos propusimos en el aula: transformar el cálculo mental en una actividad interactiva y emocionante. Con las placas Micro:bit y un poco de programación en bloques a través del entorno MakeCode, conseguimos que sumar y restar se convirtiera en un juego lleno de creatividad, lógica y trabajo en equipo.
De lo tradicional a lo tecnológico con Micro:bit
Todo comenzó al observar que muchos alumnos tenían dificultades con las operaciones básicas de suma y resta en las evaluaciones iniciales. Decidimos introducir la tecnología como aliada, utilizando Micro:bit, una pequeña placa programable, para llevar las matemáticas a otro nivel. El primer paso fue enseñar a los alumnos a programar usando MakeCode, un entorno de programación visual por bloques que es tan intuitivo como divertido.
Aprender jugando: primeras actividades
Comenzamos con actividades desenchufadas, como el juego CodyRoby, que ayudó a los alumnos a comprender la lógica y las secuencias básicas de programación sin necesidad de dispositivos. Después pasamos a programar nombres en la matriz de LEDs de la Micro:bit, un ejercicio que despertó su entusiasmo y los familiarizó con el entorno MakeCode.
Creación de calculadoras y retos matemáticos
La siguiente fase fue programar pequeñas calculadoras de sumas y restas. Los alumnos utilizaron bloques matemáticos y variables para resolver operaciones, viendo los resultados aparecer en los LEDs de la Micro:bit. Más tarde, avanzaron a programar tablas de multiplicar y otros retos más complejos que fortalecieron su cálculo mental y su pensamiento lógico.
Los resultados: un cambio visible
Los avances fueron evidentes: al comparar las pruebas iniciales y finales, los alumnos mostraron una mejora significativaen rapidez y precisión. Pero más allá de los números, este proyecto hizo que las matemáticas dejaran de ser aburridas. Los alumnos trabajaron en equipo, resolvieron problemas de manera colaborativa y descubrieron que programar también significa aprender jugando.
¿Te atreves a probar Micro:bit en tu aula?
Con herramientas como Micro:bit y un enfoque creativo, las matemáticas pueden convertirse en un reto emocionante que inspire a tus alumnos. Porque aprender y jugar nunca habían estado tan cerca.
Sobre la autora: Anni Burgos
Soy Anni Burgos y llevo 23 años trabajando como maestra, los últimos 10 en la escola Països. Aunque mi especialidad es la pedagogía terapéutica, me apasiona encontrar nuevas formas de enseñar y motivar a mis alumnos.
En los últimos años, he integrado la tecnología educativa en el aula con herramientas como Micro:bit, Canva y Genially, creando materiales dinámicos que hacen del aprendizaje una experiencia divertida y cercana. Disfruto viendo cómo los niños se convierten en protagonistas de su propio aprendizaje a través del juego, la exploración y la creatividad.
Además, me encanta compartir recursos y experiencias con otros docentes porque creo firmemente que el aprendizaje nunca termina, ni para los alumnos ni para los maestros.
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