En este artículo junto con Adolfo de Grandy, Embajador de Letcraft, exploraremos la importancia de tener un aula del futuro en un centro educativo, destacando cómo esta renovación puede beneficiar a estudiantes y docentes.
En la búsqueda constante de mejorar la calidad educativa, surgen conceptos como el “AULA DEL FUTURO”. Este término no solo hace referencia a un espacio físico innovador, sino que también engloba un enfoque pedagógico que busca preparar a los estudiantes para un mundo en constante cambio.
La educación ha experimentado una evolución constante a lo largo de la historia, adaptándose a las necesidades cambiantes de la sociedad. En la era digital actual, donde la tecnología desempeña un papel fundamental en todos los aspectos de la vida, es crucial que la educación también se adapte a este entorno en constante transformación. Nosotros hemos detectado que cada vez los alumnos están menos motivados y tienen menos capacidad de concentración. ¿Es sólo problema suyo? ¿Podemos hacer algo para reconducir la situación como docentes del siglo XXI? Vamos a analizarlo.
El aula del futuro, como concepto:
El Aula del Futuro no se refiere exclusivamente a un espacio físico con equipamiento tecnológico de vanguardia, aunque este aspecto es importante, sino, más bien, se trata de una visión integral que incorpora una serie de elementos:
- Tecnología avanzada: Un aula del futuro debe estar equipada con tecnología de vanguardia, como pizarras interactivas, dispositivos móviles, acceso a Internet de alta velocidad y software educativo innovador. Estos recursos permiten a los estudiantes interactuar con el contenido de manera más dinámica y participativa. En mi centro educativo, GSD Las Rozas, contamos con pizarras interactivas, telepronter, Croma, ordenadores, diferentes tipos de micrófonos, mesas de sonido, cámaras de vídeo…
- Colaboración: El mundo actual exige que los estudiantes estén preparados para colaborar con otras personas. Un aula del futuro promueve la cooperación a través de proyectos y actividades con el resto de compañeros de clase. Se pueden plantear proyectos por asignaturas o, como hacemos en GSD un proyecto interdisciplinar por curso. Este tipo de proyectos aumentan mucho la motivación y el interés del alumnado y no sólo eso, también fomentan un aprendizaje más significativo debido a que los proyectos afrontan problemas de la vida cotidiana. Todo lo que hagamos enfocándonos en los centros de interés del alumnado hará que nuestros alumnos aprendan más y más felices.
- Pensamiento crítico y resolución de problemas: En lugar de simplemente memorizar datos, los estudiantes en un aula del futuro desarrollan habilidades de pensamiento crítico y resolución de problemas. Se les desafía a analizar información, plantear preguntas y encontrar soluciones creativas a los problemas. Todo ello teniéndolo que plasmar en un producto final propuesto por el proyecto que les hayamos planteado.
Beneficios de tener un aula del futuro para estudiantes y docentes
¿Qué beneficios presenta un aula del futuro para los estudiantes?
- Mayor compromiso: Las lecciones se vuelven más interesantes y relevantes para ellos, con los que, ahondando en lo ya hablado anteriormente, promueve un enriquecimiento en el aprendizaje y una mejora significativa en la motivación. Dos de los pilares a reforzar en el sistema educativo actual. Además conseguimos un mayor compromiso por el aumento de interés hacia los proyectos propuestos.
- Preparación para el futuro: Un aula del futuro les brinda las herramientas necesarias para adaptarse a entornos laborales cambiantes y para seguir aprendiendo a lo largo de sus vidas. Con los proyectos que desarrollamos en mi centro educativo, los alumnos terminan sabiendo a editar vídeo, audios, a conocer profesiones como la del realizador, iluminador… No sólo aprenden contenidos sino que podemos abrirles las miras hacia un futuro laboral.
¿Y para los docentes?
- Facilitación del aprendizaje: La tecnología y los recursos disponibles en un aula del futuro permiten a los docentes facilitar el aprendizaje de manera más efectiva. Pueden personalizar la enseñanza, rastrear el progreso de los estudiantes y ofrecer retroalimentación más precisa. Por muy innovador que sea un profesor, si no le dotamos de medios, no podrá abordar ese cambio de metodología tan necesaria para conseguir los objetivos marcados en las preguntas iniciales de este artículo.
- Renovación profesional: Los docentes deben mantenerse actualizados con las últimas tendencias educativas y tecnológicas. Actualmente, los docentes nos enfrentamos a la necesidad de conseguir una acreditación tecnológica. El contar con un aula del futuro, puede facilitar la realización de proyectos digitales y audiovisuales y adquirir el conocimiento de nuevos elementos como el uso del telepronter, hacer un croma…
¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de implementar un aula del futuro?
A pesar de todos los beneficios evidentes, la implementación de aulas del futuro también enfrenta desafíos. La inversión en tecnología y formación docente puede ser costosa. Nuestro centro ha realizado una gran inversión y ha contado con ayudas del Ayuntamiento de Las Rozas para poder afrontar la creación de nuestra Aula del Futuro.
En resumen, el concepto de un aula del futuro representa un enfoque integral e innovador para la educación. No se trata sólo de tecnología avanzada sino de generar proyectos atractivos e innovadores para resolver la carencia de atención y motivación de nuestro alumnado. Nuestros chicos nos manifestaron el curso pasado lo contentos que estaban los días que les tocaba subir al Aula del futuro a desarrollar sus proyectos. Por daros un consejo, como se lo di al resto de mis compañeros cuando pusimos en marcha nuestro Aula del futuro, olvidaros del producto final, eso no es lo importante.
Lo importante es el camino y todo el aprendizaje que en él vamos a conseguir. Contestando a las preguntas planteadas al principio, el problema actual de motivación y concentración del alumnado es un problema real, sí, pero por el que los docentes podemos hacer mucho para solucionarlo como hemos visto a lo largo de este artículo.
Escrito por:
Adolfo De Grandy. Licenciado en Comunicación Audiovisual y Diplomado en Magisterio Musical. Actualmente es profesor de tecnología y robótica, música y matemáticas en el colegio GSD Las Rozas.